martes, 29 de diciembre de 2009

La Peticion de Ana 2



LA PETICION DE ANA 2

Tras varios días intentando ponerse en contacto Laura y su Amo con Ana, por fin Laura consigue contactar con ella, Ana sigue inmersa en una total desesperación y desengaño. Laura queda con Ana para comer y tomar un café, Cuando Ana llega al restaurante donde habían quedado, Laura la encuentra totalmente hundida, la desesperación se había hecho cargo de Ana, después de un primer intercambio de saludos, Laura le explica que ella también había pasado por esa situación tan desagradable que tuvo que aguantar, empezó a hablarle, Ana mira, todo esto tiene una explicación, Ana no quiere ni siquiera hablar del tema, Laura insiste en que tiene una explicación y empieza a relatarle su experiencia. Yo como Tu, también quise ser una Esclava, con una entrega total y absoluta y mi Amo me hizo pasar por lo mismo que has tenido que pasar Tu, después de hacerme ver todo lo que suponía ser una Esclava, me mostro todo lo que Yo no había podido ver ese día en el que pase lo mismo que Tu.
Todo lo que te ha pasado a Ti está grabado en una cinta, tras el espejo había una cámara que no dejo de grabar en un solo instante, y quiero que lo veas, te darás cuenta de algo que nunca podrías sospechar, después de insistir en todo lo sucedido Laura consigue convencer a Ana para que vean ese video, terminan de tomar el café y de la mano de Laura y con mucha desconfianza se deja acompañar. Laura que ya había pasado por esa situación la lleva a su casa, sabe que hasta que no consiguiera aclararle todo lo sucedido no entraría de nuevo en el piso de su Amo, aun sin su presencia, tenía verdadero pavor.
Cuando llegaron a la Casa de Laura, esta la invito a ver toda su casa quería que no tuviera ninguna sospecha, una vez hecho esto se sentaron las dos en un sofá y comenzaron a visualizar el tan esperado video.
Ana empezó a ver como llegaba al piso como después de entrar y pasar junto al salón, las amistades que allí estaba tomando café, en eso no se equivoco, seguían inmóviles, que tras entrar en la habitación y ver como Laura la desvestía, como le ponía las muñequeras y las tobilleras, como la inmovilizaba sobre aquellas dos barras, como su Amo le hacía firmar unos papeles, supuestamente un contrato de cesión de su persona, Laura saco en ese momento unos papeles y se los mostro, que es esto Laura, le pregunto Ana, léelos y mira si la firma que figura al final es la tuya. Ana comienza a leer y descubre que tan solo es un vulgar contrato tipo de arrendamiento utilizado en viviendas, continua pasando las hojas y por fin descubre su firma, he firmado un contrato de arrendamiento, exclama Ana, si Ana, lo que firmaste era tan solo un contrato sin validez alguna, sigue viendo el video, le asiente Laura. Ana levanta la cabeza de los papeles para seguir descubriendo como una vez que había firmado los papeles, Su Amo introduce un Cd en el equipo de música y como va invitando a salir a todas sus amistades, al tiempo que empieza a oír lo mismo que escucho aquel día, tan solo se queda un hombre que continua hablando con su Amo muy amigablemente. Cuando a Ana le introducen aquel consolador en su vagina, es Laura la que hace el honor, mientras su Amo y el Amigo entran en la habitación, son las manos de su Amo junto a las de Laura y este nuevo amigo las que recorren su cuerpo, son los dedos de su Amo los que se introducen en su ano los que entran y salen repetidas veces, Ana esta inmóvil, no puede creerlo, sigue viendo como es Laura, la que se pone un pene enorme en su pubis atado a la cintura y es junto a mi Amo los que me follan el culo una y otra vez es ese nuevo Amigo quien recorre mi cuerpo, quien estruja mis pechos y quien a ordenes de mi Amo me tira de los pezones cuando parecía que iban a arrancármelos, veo como Laura extrae de mi vagina aquel enorme consolador, y lo introduce en mi ano, a pesar de que a mí me pareció que lo hacían bruscamente, en el video puedo apreciar con que suavidad lo trata Laura como lo va introduciendo suavemente hasta quedar totalmente insertado, mientras descubro como mi Amo me folla el coño como me manosea todo mi cuerpo como Laura le acompaña junto a su amigo. Como no me di cuenta, estaba tan asustada que no podía percibir nada, Laura le responde a sus preguntas, eran normal, no podías pensar con claridad, de eso se trataba, de que pensaras que lo que te estaba pasando era horrible, cuando tú me decías que no me preocupase, que no pasaba nada, que no tuvieras miedo, tus caricias en mis mejillas, estuve a punto de estropearlo todo le contesta Laura, por eso recibiste los golpes en tus nalgas, el Amo tuvo que improvisar, para que no te dieras cuenta. En esos momentos llaman al timbre, Laura le comenta a Ana, es El Amo, ¿quieres que le abra? El ha estado también preocupado por Ti. No sabía si llegarías a aceptarlo, Ana le responde que sí, que le abra, para ella estaba todo aclarado y que ella no puede dejar de ser Sumisa, Laura abre la puerta y entra su Amo, cuando Ana lo ve se abraza con toda su fuerza a la vez que no deja de pedirle perdón por haber dudado de Él. Cuando consigue que sus dos perritas se sienten y empiecen a escucharle, El explica a Ana que no es necesario ser Esclava para mantener una relación duradera con tu Amo, tan solo es necesario ser fiel y aprender a compartir todo aquello que tu Amo te pueda ofrecer. A diferencia de ser esclava, una sumisa nunca pierde la oportunidad de decir basta o quiero parar. Si es cierto que una esclava puede llegar a ser una perra tan fiel, que llegues a no poder prescindir de ella. Pero siempre va a estar a disposición de su Dueño para lo que él quiera, le guste o no a ella y además en muchas ocasiones tendrá que satisfacer los deseos de quien su Dueño estime oportuno y de la forma que él quiera, la humillación entra muchas veces en la vida de una esclava, dependiendo de lo sensato que sea su Dueño, la cesión a terceros, el tener que agradecer lo que te guste o no te guste y siempre con cara de satisfacción y agrado, evidentemente para llegar a tener una esclava la persona receptora “ El Amo o Dueño”, tiene que tener una preparación psicológica muy especial, en algunas ocasiones tiene que incluso evitar cierto tipo de pensamiento en los que su Esclava pueda llegar a correr peligro alguno, cosa que desgraciadamente no ocurre, y ves verdaderas burradas y atrocidades cometidas por personas irresponsables que se hacen mal llamar “Sus Dueños o Amos”, personas que son sometidas por mero vicio, intercambio de poder o dinero, que trafican con ellas sin ni siquiera velar por su seguridad, llegándolas a maltratar, también hay algún que otro listo maltratador que ve en esto la manera de satisfacer sus deseos.
Por eso la decisión de pasar a ser Esclava es una decisión muy arriesgada, has de conocer a la persona a la que te vas a entregar con sumo detenimiento, la confianza entre ambas partes es fundamental al igual que la comunicación. Si en alguna ocasión te pusieran un documento para firmar delante de tus ojos, desconfía, ya que la persona que te toma tiene que ser en todo momento responsable de ti, en ningún momento puede evadir su responsabilidad. Por otra parte el que se considere “ Amo, Señor o Dueño” tiene que tener muy claro los limites hasta dónde puede llegar la persona que tiene a su cargo, haciéndose responsable de todo aquello en lo que pueden derivar sus juegos y actuaciones.
Yo hasta ahora Tu Amo, te seguiré acogiendo como Sumisa Mía, es todo lo que de momento puedo ofrecerte, si lo aceptas así, seguirás compartiendo junto a Laura todos nuestro juegos y disfrutando de aquello que un días viniste buscando.
Cuando Laura y Ana se quedan solas, Ana no puede reprimir mas, preguntar ¿quién era esa persona “amigo“ que se quedo con ellos en la habitación?. Laura entre susurros para que su Amo no la oyera le dice, es un Amo muy bueno y amigo incondicional de nuestro Amo, ya tendrás la ocasión de conocerlo.
Cuando llega de nuevo su Amo, Ana le vuelve a pedir disculpas y le afirma que seguirá siendo su Sumisa hasta que un día la pueda aceptar como Esclava. Él le contesta, ves esa contestación está bastante mejor, es más, es muy parecida a la que recibí de tu compañera Laura, y ahora salgamos a festejar una buena decisión.









Nota: Las opiniones expresadas en este relato, parte de una humilde opinión propia de cono debe ser un dominante en todas sus vertientes, excluyendo en todo momento todos aquellos que se autodenominen así para satisfacer sus instintos más bajos de maltrato y torturas a las que son sometidas muchas mujeres en contra de su voluntad

La Peticion de Ana

Nota: este relato está compuesto de dos partes, hay que leer ambas para no transgiversar la idea que se quiere expresar
La Petición de Ana


Aquella mañana se levanto decidida, iba a pedírselo a su Amo. Ella pensaba que ya de era hora, que estaba preparada para dar el paso, y no quería perder más tiempo en la situación en que se encontraba.
Cuando llamo su Amo como todas las mañanas, le pidió hablar con Él, tengo algo que contarle Mi Amo, necesito hablar con Usted, es muy importante para Mi, El le pregunto, que es lo que era tan importante que no podía esperar, Ella respondió que por teléfono no podía decírselo, que era como un regalo y tenía que estar delante de Él. De acuerdo, respondió El. Esta tarde tomaremos café en la cafetería de siempre, te esperare en la mesa del fondo, iras a las 16; 15 y no esperare ni un minuto.
Se acercaba la hora y Ana no podía contener la excitación, los nervios se apoderaban de ella, a las 16:00 ya estaba en el Café, sentada en la mesa del fondo, esperando a que su Amo apareciera por la puerta. A las 16:15 puntualmente su Amo aparece por la puerta y se dirige hacia Ella. Haber que es eso tan importante que has de contarme y que no podía esperar, Siéntese mi Amo, tómese el café que le pedí, como a usted le gusta cortado y con la leche fría, El toma con una mano la taza y cuando está tomando el primer sorbo de café Ella le dice, Mi Amo quiero y estoy preparada para ser Su Esclava, El retira la taza de sus labios y la deposita en la mesa. Un momento, que me estás diciendo, Ella vuelve a repetir, que quiero ser Su Esclava, estoy decidida, llevo varios días pensándolo y no puedo esperar más para comentárselo. Espera, espera un momento, Mi Esclava?, acaso sabes qué significa eso, le contesta El, Mira para ser Mi Esclava necesitas más tiempo, apenas me conoces, llevamos relativamente poco tiempo, Laura lleva más tiempo y sigue siendo tan solo Sumisa. Ana sigue insistiendo repetidas veces y exponiendo toda su dedicación, su entrega plana, la satisfacción de entregarle todo sus sentimientos, que Ella tan solo puede pertenecerle a Él. Después de varios minutos, El le dice, vale de acuerdo, mañana ven al piso a primera hora de la tarde, y mientras piensa bien en el paso que vas a dar y lo que implica ser una Esclava, donde no existen límites, y la entrega es total e incondicional, que Tu Dueño podrá hacer contigo lo que se le antoje. Piénsatelo bien y mañana nos veremos. El de un Sorbo termina el café, y sin decir ni una sola palabra más sale de la cafetería. Ana, contenta de haber tomado la decisión y decidir dar ese nuevo paso, se marcha con la ilusión puesta en el día siguiente.
Esa mañana Ana se levanta muy nerviosa, los acontecimientos que espera, no la hacen tranquilizarse, incluso tiene que tomarse una tila antes de salir de casa. Para que pase el tiempo con más rapidez, se dedica a visitar tiendas, eso es lo único que consigue relajarla un poco, la mañana va avanzando y se va acercando la hora de su cita, Ana regresa a su casa para comenzar a prepararse, para aquella ocasión elige un vestido camisero abotonado en el centro del delantero, un escote discreto, la fina tela de color blanco lo hace algo traslucido y deja ver el contorno de toda su figura. Ya preparada se dirige a la cita, tras andar unos minutos, se sitúa en el lugar. Los nervios la invaden, llama a la puerta, es Laura quien le abre la puerta, hola Ana, acompáñame, ya me ha dicho nuestro Amo que venias hoy, Ana coge la mano de Laura y se deja llevar, al pasar junto al salón oye a varias personas hablando, la puerta está entre abierta y consigue ver que hay varios hombres fumando y tomando algo quizás café por la hora que era, esa situación la hizo desconfiar, nunca había visto en el piso a nadie que no fueran Su Amo y Laura. Ana le pregunta a Laura que quienes eran esas personas, a lo que Laura le contesta que no tenía que preocuparse que eran amistades del Amo.
Laura condujo a Ana a la habitación que solían utilizar, al entrar, Ana aprecio que había dos barras a media altura que pendían de dos cadenas cada una, le resulto algo extraño, Laura le volvió a repetir que no temiera y que se fuera desnudando, Ana comenzó a desabrocharse el vestido, en ese momento, entro su Amo. Hola Ana, lo has pensado bien, Ana le respondió que sí que estaba decidida y que definitivamente quería ser su Esclava, El le contesta, una vez que hoy comencemos, no habrá marcha atrás, pasaras a pertenecerme en toda Tu totalidad, tu cuerpo y mente serán míos sin condicionantes y sin limitaciones, podre hacer contigo lo que me plazca y Tu tendrás que acatar todas mis órdenes sin dudar, Ana le vuelve a contestar que está preparada para dar ese paso. Bien, Laura te acabara de preparar para la ocasión.
Laura le pone las muñequeras y las tobilleras, esta vez las aprieta con más fuerza de lo habitual, la sitúa delante de la primera barra que queda a la altura de su vientre, a continuación le coloca una especie de antifaz cortado por el centro, una vez puesto en su cabeza tan solo le permite ver lo que se sitúa delante de ella, le pide que se incline hacia adelante y que situé los pechos por detrás de la siguiente barra, quedando está entre sus hombros y sus pechos, le toma de las manos y las lleva hasta unas anillas que están situadas en el suelo, es en ese momento, cuando se vuelve a acercar su Amo y casi susurrándole al oído le pide que firme unos papeles que lleva en la mano, le explica que es una especie de contrato en el que Ella se entrega a El estando en sus plenas facultades psíquicas y físicas y que lo hace voluntariamente y con conocimiento de causa, Ana que queda perpleja, El le vuelve a insistir que si era eso lo que quería, pertenecerle en toda su totalidad, Ana no lo piensa ni un segundo, Si mi Amo, es eso lo que quiero, coge el bolígrafo y firma el documento sin apenas leer su encabezado, El se aleja con el documento y Laura continua sujetando sus muñecas a las anillas que había en el suelo seguidamente hace lo mismo con sus tobillos, Ana queda suspendida sobre las dos barras con los brazos y piernas abiertas, Laura toma de la mesa un bote y se acerca a Ana para aplicarle sobre su ano y vagina un lubricante en abundancia, acariciándole el cuerpo le vuelve a insistir que no temiera nada, eso hace que Ana calme sus nervios un poco, no se explica que hacia esa gente en el salón y eso la sigue teniendo intranquila.
Tras unos minutos sola en la habitación, por fin escucha a su Amo. Pasad, pasad y mirar a mi esclava, a que es bella, mirar, tiene un culito realmente acogedor, Ana se queda helada, se muere de vergüenza, Su Amo la esta exhibiendo, cuando comienza a notar como empiezan a pasar por su cuerpo unas manos, su nerviosismo no la deja reconocer esas manos. Tocad, palpad, recorred todo su cuerpo, Su Amo sigue hablando, está pidiendo que me toquen, mientras unas manos van recorriendo su cuerpo, buscando todos los rincones, sus pechos son estrujados con fuerza, Ana no puede dar crédito a lo que le está pasando y además no puede ver tampoco nada, tan solo puede apreciar sombras de aquí para allá, Laura se acerca de vez en cuando para acariciar sus mejillas y decirle que no tenga miedo que ya pasaría todo eso, cuando siente como introducen algo en su vagina taponándola por completo. Vuelve a oír a Su Amo, mirad que culito, ella siente un gran golpe en sus nalgas, veis como van cogiendo color, los susurros y comentarios de los presentes la tiene acojonada. Veis lo bien que la he enseñado a dilatar su ano, ahora es este, el que es ocupado con algo que no puede llegar a distinguir, si son unos dedos, quizás los de Su Amo, entran y salen abriéndole el ano y dejándolo a disposición de los presentes, cuando Su Amo retira sus dedos, le vuelve a oír decir. Venga no queríais probarlo, a que esperáis, Ana que quiere morir cuando empieza a notar como uno tras otro van fallándola, van manoseándola estrujando sus pechos, tirando de sus pezones hasta casi arrancárselos, la follan una y otra vez, acompañada de palmadas en sus glúteos que ya han adquirido un color rojo intenso, igual que su ano que apenas puede llegar cerrarse. Ana está a punto de tirar la toalla piensa que se ha equivocado que no estaba preparada, Laura se vuelve a acercar a sus mejillas y le vuelve a comentar que no tenga miedo que se relaje y que todo pasara antes. Ana siente como su vagina es vaciada, aquello que la inundo al principio es retirado y siente como se lo introducen en el ano parece que se lo desgarran, aquello era demasiado grueso, pero queda introducido en ano ocupándolo en su totalidad, su vagina es recorrida por las manos de aquellas amistades del Amo, se introducen en ella dando vueltas en su interior como si mi vagina no tuviera fondo, entran y salen repetidas veces, Ana ya ha perdido la cuenta, esta exhausta, tan solo quiere que aquello acabara lo antes posible, tras un buen rato, que para Ana, suponía una eternidad, vuelve a escuchar a Su Amo, bueno que os ha parecido, habéis disfrutado de Mi Esclava, Esas últimas palabras a Ana se le iban grabando en su mente “ Mi Esclava “ empezaba a llegar a odiarlas, había sido ultrajada, violada, todo su cuerpo le dolía, tan solo quería que acabase, seguía oyendo a Su Amo, en otra ocasión disfrutaremos de dos en vez de una, poco a poco se iba despidiendo de toda la gente, junto a mí se había quedado Laura, que estaba limpiándome, ves ya paso todo, tranquilízate un poco, ahora tan solo estamos las dos, voy a soltarte, te aseare y te ayudare a vestirte, Ana no dejaba de llorar, estaba temblando y muerta de miedo y odio, tan pronto había sido liberada de sus ataduras cogió su vestido y los zapatos, se los puso como pudo y salió despavorida sin rumbo de aquella casa, dando tumbos por la calle, no hacía otra cosa que pensar, porque le había pasado aquello, Su Amo no era así, ella confiaba en El, no hubiera hecho nunca algo así, su cabeza se volvía loca. Cuando llego a su casa tan solo pudo darse una ducha para quitarse todo lo que aun llevaba encima, cuando cayó sobre el sofá quedo sumida en un sueño debido al agotamiento tanto físico como mental.

Un Regalo para Ana

UN REGALO PARA ANA

Esa tarde Ana no trabajaba, había quedado con su hermana Laura para tomar café e ir de compras. Cuando salía del trabajo ya en la calle recibe una llamada al móvil, es su Amo, Buenas tarde mi Amo contesta ella, sin apenas darle tiempo a contestar, El le dice, coge un taxi y vente ahora mismo, estoy esperándote. Ana se queda sorprendida y antes de que pueda decir algo más la conversación queda interrumpida.
Ana sin tiempo que perder acata la orden y se dirige a la parada de taxis más próxima, en diez minutos esta en el lugar indicado, la puerta se encuentra entre abierta. Hola perrita es lo primero que oye tras la puerta, Su Amo la está llamando perrita eso a ella le encanta, Pasa y cierra la puerta, Ana entra y cierra la puerta, se dirige al salón, cuando desde la habitación donde estuvo la vez anterior escucha a su Amo, aquí, en la habitación que ya conoces, ven aquí, ella sin mediar palabra se dirige hacia la habitación deseosa de ver a su Amo, allí estaba El, junto a una mesa situada al lado del gran espejo había unas cuerdas y una vara, una vara fina con sus nudos naturales que le llamo la atención. Te gusta la vara, la has probado alguna vez, hoy puede ser tuya, le contesto El. Ven aquí, acércate y ve desnudándote, la ropa la puedes poner en esa silla del rincón, Ana se va despojando de sus ropas y las va colocando en la silla que El le ha indicado, una vez que ha terminado El, la toma de la mano y la acerca al centro de la habitación. Hoy vas a probar algo nuevo y si lo mereces obtendrás un regalo. El coge la cuerda que tiene encima de la mesa, la extiende y la dobla por el medio, la va poniendo alrededor de la cintura de Ana desde la doblez que la queda en su espalda, pasando el resto de la cuerda por la misma doblez, la tensa y le pregunta, te aprieta, ella contesta, no Mi Amo, no me aprieta, entonces El la tensa un poco mas y la desliza por entre sus nalgas hasta llegar a su pubis no sin antes introducirla en su sexo separando sus labios y quedándolos aprisionados contra sus piernas, separando las cuerdas y llevándolas por sus ingles, las cruza en su espalda volviendo hacia adelante y pasando por debajo de sus axilas, continua con ellas cruzándolas nuevamente de tras de su cuello y dejándolas caer entre sus pecho, se dirige a Ella, sujeta esta cuerda con fuerza y procura que no se destense, le entrega una de las cuerdas mientras El con la otra, la pasa por entre los pechos y comienza a rodear uno de ellos, a la vez que sujeta el pecho va apretándolo con la cuerda, rodeándolo con fuerza para que no tenga la oportunidad de escaparse, quedando casi estrangulado, cuando terminan pasa la cuerda por detrás del tramo que va desde la espalda hacia el cuello y pasando nuevamente por entre los pechos lo lleva y anuda a la cintura, a continuación hace lo mismo con el otro pecho, Ana no deja de mirar su figura reflejada en el espejo y a pesar de la presión que ejercen las cuerdas ella se siente muy a gusto. Estas bonita con las cuerda, te sientan bien, le comenta El, se agacha hacia sus pies y le sujeta los tobillos con la misma barra y tobilleras que huso en el anterior encuentro, todo su sexo quedaba abierto, los labios que habían quedado sujetos a las piernas a propósito con las cuerdas hacían que se pudiera observar toda su cavidad, en las muñecas le puso también las mismas muñequeras solo que esta vez unió los dos brazos y subiéndolos por encima de la cabeza los sujeto a una cadena que colgaba del techo, al tensarle los brazos, Ana sintió como sus pechos, su vagina y todo su cuerpo se tensaba aun mas, las cuerdas se iban marcando en su piel como si empezaran a formar parte de ella. El la dejo sola unos minutos en la habitación, por el chasquido que escucho y el olor que podía percibir, sabía que su Amo estaba tras ese gran espejo fumándose un cigarrillo, observándola, mirando a su perra. Ana se sentía orgullosa de poder estar ahí entregando todo su cuerpo a su dueño, se sentía segura y gozaba con ello. Transcurrido unos minutos, El volvió a la habitación, llevaba un la mano un pañuelo negro, se acerco a Ana por detrás y comenzó a recorrer todo su cuerpo con sus manos parando en sus pechos, en su sexo, para llegar hasta su boca y darle a probar sus primeros jugos de la tarde, cogió el pañuelo y después de haber secado esos primeros jugos le cubrió los ojos cohibiéndola de ver lo que aun estaba por pasar. El se acerca a la mesa donde aun descansa a espera de ser utilizada la vara que Ana vio al entrar, El coge la vara y comienza a cimbrearla alrededor de ella. Ana empieza a estremecerse, siente como la vara va agitando el aire que la separa de esta, desconoce sus efectos, aun no había probado los resultados pero sabía que estaba segura en manos de su Amo. El espacio entra la vara y su cuerpo se iba reduciendo, sentía cada vez más cerca aquello que desconocía, de repente El para delante de ella a la altura de sus pechos, sus pezones se erizan ante esta nueva sensación, cuando siente como si uno de sus pezones se abriera, la vara acababa de golpear en uno de sus pezones, Ana se intenta zafar de un segundo golpe pero sabe que no es posible, de su boca y consciente de saber que no debe gritar, no puede evitar que salga un gran alarido, sabe que va ha ser castigada por ello, en efecto, es ahora el otro pezón el que recibe los sucesivos golpes, tras una serie de tres o cuatro golpes, la vara se va desplazando por su abdomen, los golpes aunque aparentemente son mas débiles son mas repetitivos, continúan hacia abajo hasta llegar al pubis donde después de haber coloreado todo su recorrido, repentinamente para no sin dejar de oír cimbrear la vara que continua por todo su alrededor. Tras unos instantes de un silencio amenazante, con un golpe seco y enérgico, son mis glúteos los que reciben las caricias de la vara hundiéndose hasta desaparecer en la superficie de mi piel para descansar en ella y volver a despegar de ella y volver de nuevo a sumergirse dentro de mi piel, tras una serie de tres golpes en cada nalga, son las manos de Mi Amo las que recorren las marcas de mi piel, sus marcas, sus manos recorren mis nalgas, mis pechos, sus dedos tornean mis pezones retorciéndolos y estirándolos como si se tratara de una mera prolongación de mi cuerpo, tras un pequeño descanso a base de caricias, la vara comienza a zigzaguear entre mis piernas, marcando el interior de mis muslos de un tono rojizo, la vara se va aproximando a mi sexo y los golpes alternos en mis muslos son mas rápidos y repetitivos, al llegar a mi coño totalmente humedecido la vara se va desplazando de un lado a otro, de adelante hacia atrás, hundiéndose en todo mi sexo, lo que sentí cuando la vara se alejaba de mi sexo para hundirse de nuevo de un golpe seco y durante dos veces era indescriptible aquello fue como si entrara hasta lo más hondo de mi vagina desgarrándome todo mi interior, la forma de retorcerme, creo que a mi Amo le demostró todo lo que podía darle, su mano precedió a esa sensación calmando todo mi dolor y convirtiéndolo en placer, su mano se hundía en todo mi sexo, estaba a punto de explotar, El retiro su mano, la introdujo en mi boca, no podía dar crédito a ese sabor de placer, Mi Amo, me voy a correr, no puedo aguatar mas, siento que voy a explotar, no pude reprimir hacerle ese comentario, El cogió un consolador que tenía en la mesa y tras introducírmelo suavemente hasta casi desaparecer dentro de mí, lo saco enérgicamente y volvió a embestirme de nuevo, tan solo bastaron dos embestidas mas para que Yo reventara en una explosión que jamás hubiera podido imaginar mis jugos y fluidos corrían por mis piernas, por su mano como si se tratara de una fuente llena de energía, después de unos minutos y cuando las piernas me dejaron de temblar, Mi Amo comenzó a despojarme de todas las ataduras, despacio, muy despacio con una suavidad, que cada nudo que deshacía me hacia desear que hubiera otro más detrás. Cuando termino y con el mismo cuidado me descolgó de la cadena que me sujetaba, me cogió en brazos y con mi cabeza apoyada en su hombro me llevo al salón, se sentó en su sillón, yo seguía en su regazo, El acariciaba todo mi cuerpo, empezó a aplicarme una crema mientras comentaba, hoy has conseguido algo que hace unos meses creía que no superarías, estoy orgulloso de Ti, tu regalo es la Vara que hoy hemos utilizado. Yo le respondí, con su permiso, Mi Amo, Mi dolor, es Su placer, y Su placer, es Mi placer, mi cuerpo es suyo y Usted dispone cuando y como quiera de el.

Ana

ANA


El despertar había sido diferente, el día era soleado, Ana estaba pletórica, llena de vida, le esperaba su Gran Día. Se levanto con unas grandes ilusiones, como nunca lo había hecho antes, salió de casa, tenía que hacer unas compras, entre ellas comprarse ropa para la ocasión. Después de dedicar toda la mañana a dar vueltas, por fin encontró alago que le gusto y seguro que a su Amo le hacía ilusión, se trataba de una blusa casi transparente y una falda quizás algo corta pero no dudo que era ideal para la ocasión, también encontró un conjunto de sujetador y tanga en color negro de encaje que le parecía bastante sensual. Regreso a su casa y tras comer algo ligero se empezó a preparar. Después de darse una relajante ducha se envolvió en una suave capa de leche hidratante, se puso el sugerente conjunto, la blusa y la falda, perfumo su cuerpo y se dispuso a salir, era ya la hora.
El lugar de encuentro era una cafetería en el centro, cuando llego su inquietud le izo dudar no veía a su Amo, tras unos instantes y conseguir tranquilizarse se aproximo a una mesa al fondo de la cafetería, pidió un café y espero a que llegara su Amo. Pasaban veinte minutos de la hora de la cita, la intranquilidad se iba apoderando de ella, en esos momentos observo, que una persona que llevaba ya un rato en la barra mirándola, se acerca a ella y se sienta frente a ella. Intranquila ? Le pregunta esta persona, ella intenta evadir la pregunta y se dispone a levantarse cuando él se vuelve a dirigirse a ella, pero esta vez con una voz más firme y rotunda, entonces ella reconoce su voz, es El, lleva un buen rato en la barra observándome y no me ha dicho nada, El afirma con la cabeza, si soy yo que esperabas, le pregunta. No, mi Amo, tan solo que llevaba esperando y ya no estaba segura de nada, pero no pasa nada, ya paso, llevo observándote desde que has llegado, quería saber tu reacción ante la espera, y me ha gustado. El acerca su café de la barra y se sienta de nuevo, comienzan a hablar, a pactar los límites de la cita, le pregunta si lleva braguitas a lo cual ella responde que se había comprado un conjunto para la ocasión y que esperaba que le gustar, entonces él le pide que se lo enseñe, Ana se queda parada, no sabe qué hacer, que me lo enseñes te he dicho, repite el, quítate las braguitas y dámelas, Ana de dispone a levantarse para ir a los baños cuando él la sujeta con la mano y le vuelve a repetir, te he dicho que me las enseñes, quítatelas aquí y dámelas estoy deseoso de verlas, Ana se vuelve a sentar y con disimulo se quita las braguitas, y se las entrega, el le replica, aquí tan solo está la mitad del conjunto, a que estas esperando, esta vez la entonación es más grave y la orden suena como si a su alrededor no existiera nada mas, Ana se desabrocha parte de la blusa y se quita el sujetador, sus pechos se dejan entre ver por la parte de la blusa desabrochada y atreves de la transparencia de esta, eso está mejor le responde él y si, es muy bonito y sensual, me gusta, lo mete dentro de su puño y lo guarda en uno de sus bolsillo. El paga los cafés y se dirige a ella diciéndole sígueme, salen a la calle y tras unos metros le abre la puerta de un coche, se montan en él y se marchan. Cuando llegan al lugar, el la coge de la mano y la acompaña, entran en un edificio y tras coger el ascensor y subió unas plantas, él le pide que espere un momento, saca de su bolsillo un pañuelo negro y le cubre los ojos, ella se deja hacer, está segura con El, le pertenece y sabe que a su lado no tiene nada que temer. La coge de la mano, suena un timbre y alguien abre una puerta, es lo que Ana puede percibir, pasan dentro del piso y El la conduce atreves de un pasillo a una de las habitaciones, Ana tan solo aprecia la presencia de su Amo, El le recuerda que no debe de temer nada. Dispuesta, le pregunta, si mi Amo soy suya y no ha de hacerme esa pregunta, sabe que aceptare todo lo que usted me haga este cuerpo no es mío, todo lo que sienta hoy es suyo, es su placer, yo me conformo con poder estar aquí y ser parte suya.
Él le coge por la mano y comienza a poner en sus muñecas unas muñequeras de piel con unas anillas, Ana tan solo aprecia la presencia de su Amo, pero se pregunta ¿ Quien les ha abierto la puerta?, le levanta los brazos y los sujeta con las anillas a un mástil que cuelga del techo, quedando con los brazos totalmente abiertos y casi colgando de ellos, a continuación siente como va acariciando sus pechos por encima de la blusa, continua por su cintura, sus glúteos, sus piernas, no sin pasar levemente por su sexo, hasta llegar a los tobillos donde se detiene de nuevo para colocar unas tobilleras que las separa un barra, quedando con las piernas totalmente abiertas al igual que sus brazos, apenas puede apoyar la punta de los pies en el suelo, cuando recibe un golpe seco en sus nalgas, esta vez ha sido con sus manos, de pronto se da cuenta que está sola que su Amo la ha dejado en esa posición sola, tras un buen rato, de pronto siente que entra alguien en la habitación, se acerca a ella, puede sentir su calor, su olor, es su Amo, se sitúa detrás de ella y comienza a acariciarle los pechos. Tienes unos pechos muy bonitos y suaves, va rodeando sus pezones para sujetarlos con dos dedos y presionarlos suavemente, El se va girando hasta quedar delante de ella, levanta su blusa y observa los pechos con detenimiento. Si, están muy bien exclama en voz alta, deja caer la blusa que apenas llega a cubriros, la coge por las caderas y la bambolea hacia adelante dejándola volver hacia atrás, Ana no es capaz de articular ni una sola palabra pero no teme nada, siente por debajo de la blusa entre sus pechos algo frio y puntiagudo, el coge la blusa tirando de ella y comienza a cortarla con unas tijeras despojando a Ana de todo aquello que cubría sus pechos, una vez había terminado con la blusa, Ana vuelve a sentir ese objeto, esta vez se desliza por su vientre hacia sus muslos cuando siente que la falda que se había comprado para la ocasión dejaba de tapar lo poco que cubría su cuerpo. Estaba completamente desnuda con los brazos y piernas abiertas, cuando empezó a oír algo que le era conocido y no se equivocaba, su Amo portaba en las manos un látigo, no muy largo pero lo suficiente como para envolver su cuerpo entero, cuando uno de esos sonidos descargo sobre sus nalgas rodeándola hasta llegar al costado opuesto, Ana no pudo evitar gritar, El le advirtió que cuanto más gritara mas latigazos recibiría, no había terminado de acabar la frase cuando sintió el segundo que le atravesaba toda la espalda para acabar en sus pechos, le sigue otro en sentido contrario cuando El paro, para recorrer sus laceraciones con sus dedos Ana empezaba a estremecerse y a la vez a querer mas para poder seguir recibiendo sus caricias. Tras varios latigazos mas hundiéndose en su piel y recorridos por su Amo, la excitación es cada vez más patente en Ana, tras unos minutos de caricias, de nuevo, esta vez con una fusta corta, son sus glúteos alternativamente los que reciben las caricias de los cueros que componen la fusta, sus glúteos se van enrojeciendo continuando por su espalda hasta llegar hasta casi los hombros con una parada para recorrer toda su espalda con unas caricias que Ana agrácese una vez más, las manos de Él se desplazan por debajo de los brazos para acoger sus senos que aun están casi intactos salvo por las marcas que le han dejado el látigo, sus pezones se mantienen duros cuando son presionados por los dedos de su Amo que los eleva y a la vez los va torneando como si se tratara de unas piezas de madera, ella siente como los va estirando y su placer es inimaginable. Una vez que los deja que vuelvan a su posición El se sitúa frente a ella para comenzar a fustigar sus pechos que enseguida se empiezan a enrojecer, Ana empieza a gimotear, el dolor empieza a hacer su trabajo cuando de repente siente que su espalda es recorrida por unas manos, unas manos diferentes, no son las de su Amo, son más pequeñas y suaves, Ana recuerda que alguien les abrió la puerta al llegar, pero no alcanza a imaginar, ¿Quien será? Cuando estas nuevas manos se van desplazando por su costado hacia sus pechos y su cuerpo empieza a sentir como otro cuerpo va aproximándose a su espalda, el calor de ese cuerpo le causa una sensación rara, diferente, no conocida por ella pero a su vez gratificante, ahora no tenía dudas, al entrar en contacto los dos cuerpos, descubrió que se trataba de otra mujer, sentía como sus pechos rozaban su espalda, se iban desplazando de un lado a otro acariciando todo su dorso, era una nueva sensación y lejos de ser desagradable era lo que más podía agradecer en esos momentos, de repente empezó a oír de nuevo el sonido de la fusta golpeando, pero esta vez no era su cuerpo, sentía como el cuerpo de Laura iba golpeando su espalda a golpe de fusta, como si tratara de escapar de sus golpes, cada vez que oía la fusta, Laura envestía mi cuerpo, su sexo iba uniéndose cada vez más al mío, sus manos que aun acojina mis pechos, los apretaban descargando a la vez el castigo que ella recibía en ellos, los apretones eran cada vez mas fuertes pero esa nueva sensación hacia que solo sintiera placer, Laura comenzó a desplazarse por mi costado impregnando mis muslos con todos sus fluidos entrelazándose entre mis piernas, frotándose en ellas llegando a la rodilla donde pude sentir todo su sexo húmedo y abierto como si quisiera meterla en su interior cuando sentí como mi sexo se llenaba con un fuerte y seco golpe de palmeta que llego a estremecerme a este golpe el siguieron otros tanto que mas que dolor, me hacían sentir que llegaban tan dentro de mí que sentía como si me desgarraran de placer, esta vez no fueron las manos de mi Amo las que me calmaron y me llenaron se nuevas sensaciones, si no las de Laura que comenzó a hundir sus dedos, sus manos en todas las cavidades de mi cuerpo, sus manos entraba y salían sin parar, recorrían todo mi sexo, mi ano, mis piernas, mi vientre, mis pechos, era una explosión de sensaciones que no podía imaginar, cuando su boca, su lengua empezó a recorrer mis labios buscando el clítoris, no pude más que llenar su boca de mis fluidos que se escapaban sin poder retener ni una sola gota, exhausta colgada de mis muñecas Laura se levantaba sin dejar de acariciar mi cuerpo marcado por el placer y entregado a mi Amo que seguro que observando disfrutaba de los juegos que El y solamente Él podía llegar a lograr. Laura comenzó a despojarme de las muñequeras y tobilleras sin dejar de acariciarme era una sensación muy gratificante comenzó a aplicarme una crema en todas mis marcas, me decía que era muy importante hidratar las marcas, también me despojo del pañuelo que cubría mis ojos, hola, yo soy Laura, fue entonces cuando vi a una mujer muy hermosa con su cuerpo también enrojecido, yo pase a hacer lo mismo que ella aplicándole también sobre su cuerpo esa crema, fue a si como descubrí los aros que llevaba en los pezones, me atreví a tocarlos con mis dedos acariciándole los pezones, nunca había pensado, ni me hubiera imaginado que acabaría acariciando los pechos de otra mujer, jugueteando con los aros, incluso me atreví a tirar de ellos levemente, empecé a notar como Laura se iba excitando con mi jugueteo cuando sentí como dirigía mi boca hacia ellos empujando mi cabeza sobre sus pechos, entonces me dispuse a seguir acariciándolos pero esta vez haciendo uso de mis labios, mi lengua comenzó a rodearlos a sentir el sabor del metal de sus aros, sujetaba y tiraba de estos con mis dientes, Laura cada vez estaba más excitada, comenzaba a mover todo su cuerpo, cogió mi mano para llevarla a su sexo, yo me deje llevar, al llegar, descubrí que en sus labios también tenía uno aros no acertaba a saber cuántos, su sexo estaba empapado sus fluidos recorrían mis manos empecé a introducir mis dedos en su vagina, Laura no dejaba de agitar su cuerpo cada vez con mayor ritmo cuando desplazo mi cabeza con fuerza hacia abajo metiendo mi boca entre sus labios y descargando toda su explosión de placer en mi, mis labios recorrieron todos los suyos mi lengua entro hasta su interior, mi boca, todo mi cuerpo se lleno de ella.
Cuando conseguimos parar de es frenético conjunto de sensaciones, le pregunte por el Amo y si lo que habíamos hecho estaba bien, Laura me respondió que todo lo que habíamos estado haciendo era para nuestro Amo, que El nos estaba observando mientras reposaba tranquilamente en su sillón, me cojeo de la mano y saliendo de la habitación me condujo a un salón contiguo donde estaba El, allí sentado en un gran sillón frente a un espejo a través del que se veía la habitación, Al fondo sobre una mesa vi que había una blusa y un falda iguales que las que yo había comprado, no le encontraba una respuesta, cuando El nos digo venir aquí a mi regazo, Ana no te sorprendas de ver tu ropa sobre la mesa, cuando esta mañana saliste de tu casa, yo seguí tus pasos y como tenía intención de arrancarte o romperte la ropa, decidí comprar algo para que te pusieras al salir de aquí. Ahora venir, venir a mi regazo y contadme como lo habéis pasado.